Laura y Fernando se conocieron una noche en Valencia. Los dos coincidieron con su grupo de amigos y, casi sin darse cuenta, Laura quedó encandilada con el arte de Fernando para hacerla reír.
Al tiempo de estar juntos, una noche de fin de año, llegó su pedida de mano. Fue algo muy íntimo e inesperado que celebraron junto a sus amigos más cercanos.
Laura y Fernando celebraron su enlace el 22 de septiembre de 2018 en Masía Aldamar. Esta masía es una finca valenciana de naranjos situada en Chiva. Fue construida en el S. XX y pertenece a Grupo El Alto.
La pareja tuvo claro desde el primer momento que ese era el lugar idóneo para la celebración de su enlace. Tal y como ellos mismos afirman, “fue amor a primera vista”. La sencillez de la masía, unido a la magia que desprende por la combinación de los diferentes espacios que tiene, hace que cada momento de la celebración sea especial.
Ellos mismos se encargaron de gestionar y coordinar todos los detalles de su día. Laura cuenta que, gracias a toda la información que está disponible en Internet hoy en día, únicamente es cuestión de dedicarle tiempo e ilusión. ¿Y cómo no vas a tener ilusión si es tu boda la que estás organizando? J
Celebraron su ceremonia civil de boda en la pérgola, un espacio exterior. Confiaron en Flores Vendrell para realizar toda la decoración floral de su día y lo cierto es que fue todo un acierto. La base principal fue las tonalidades naturales con combinaciones en verde y blanco junto a la vegetación que tiene la masía. La ceremonia estaba preciosa.
La pareja coincide al destacar un recuerdo especial de ese día: la primera vez que cruzaron sus miradas en el recorrido hacia el altar.
Ambos estaban radiantes. Fernando lució un chaqué en color azul marino de la firma La Trajería que acompañó con complementos de Hugo Boss. Entró acompañado por su madre que ejerció de madrina y lució un vestido largo diseño del Atelier Lucía Novias.
Laura llegó al altar con una amplia sonrisa. Para su día llevó un vestido diseñado por Raimon Bundó de corte sencillo, sin adornos. Tal y como la propia Laura me contó, escogió un crepé de seda, una tela lisa con buena caída y tacto agradable. Llevaba las mangas largas con abotonadura y un precioso escote en espalda con una puntilla bordada, la misma puntilla que también lucía en la cintura para acentuar la forma del vestido. Lo combinó con unas sandalias nude de Jimmy Choo.
Estaba guapísima. Rafa Monzó fue quien la peinó haciéndole una espectacular trenza que, junto a su escote en espalda del vestido, formaba una combinación perfecta. Su maquillaje fue muy natural, en tonos nude, realizado por mi compañera de estudio Cristina Crespo Make Up.
Además, llevó un ramo con tonalidades verdes y blancas que Flores Vendrell le hizo para la ocasión. Un ramo maravilloso.
Disfrutaron de una ceremonia preciosa rodeados de sus familiares y amigos. Una celebración que, tal y como los propios novios afirman, “una celebración que repetiríamos una y otra vez solo por recordar ese momento”.
En su ceremonia contaron con música en directo. Un amigo y compañero de la pareja fue el encargado de poner sonido de fondo con un saxofón a las palabras dedicadas por los familiares y amigos.
Más tarde, para el cóctel, también contaron con una banda de música en directo que amenizó la velada y animó la fiesta. Fiesta que contó con un baile nupcial que, a modo de anécdota, contaron con la colaboración “espontánea” de su sobrino pequeño de cinco años, que decidió acompañarles. Cuentan que fue todo un espectáculo y que, sin duda, les ayudó a salir del paso puesto que no tenían muy ensayado el baile.
Por mi parte, solo me queda agradecer a la pareja que hayan confiado a mí para que les acompañara en un día tan importante para ellos. A continuación, os dejo una selección de su reportaje de boda donde podréis ver momentos de este fantástico día.